“Luego de probar que las plantas sienten, me encuentro obligada a abandonar el veganismo. Debo ser coherente.” Declara científica noruega.
Oslo, Noruega, 21 de junio.- Luego de
años de investigación, la científica noruega Astrid Bjerkås asegura
tener pruebas de vida emocional en las plantas: “es algo que estaba en
la cultura popular, sabíamos que las plantas reaccionaban emocionalmente
al trato y la voz de los humanos, esto viene a corroborar lo que hasta
ahora sospechábamos solamente”. A partir de sus conclusiones, Bjerkås,
quien forma parte del Vitenskapskomiteen for mattrygghet (Comité de
Científicos Noruegos para la comida sana), dice que debe crearse una
nueva cultura: “si los veganos queremos ser coherentes, debemos dar un
paso más radical, no podemos seguir comiendo plantas o vegetales, estos
también sufren”.
El método propuesto por Bjerkås consiste
en comer sólo los vegetales que ya se desprendieron del árbol o de sus
raíces “entonces podemos garantizar que no hay sufrimiento”, dice. “Nos
llevó trabajo comprender cómo funcionaba su “sistema nervioso” porque
sabemos que propiamente no existe uno, sin embargo hay que ver que son
sensibles a la luz, que se mueven, y que reaccionan de maneras diversas a
los tratos de sus cuidadores”.
“A partir de ahora debemos crear una
nueva cultura: comer sólo frutos que ya se desprendieron del árbol o de
sus raíces, y acompañar este procedimiento con una dieta habitual de
agua y miel”, aseveró. “Sólo esto nos hará realmente coherentes, aunque
algunos colegas míos siguen incómodos con la idea de miel, después de
todo es aprovecharnos de el trabajo de otros seres vivos”, concluyó.
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